Cuando creíamos saberlo todo sobre Hamlet —ese príncipe desesperado por vengar la muerte de su padre— llega a nosotros su diario personal, en el que conoceremos la historia desde un punto de vista completamente diferente. Aparecerán personajes de los que nunca habíamos tenidonoticia, como la tata Blaska, que lo cuidó cuando era pequeño; Narciso, el dueño de la posada El Faisán Azul;o Knut y Gerda, que lo acogen cuando vuelve de Inglaterra para desenmascarar definitivamente al asesino de su padre, todos ellos elementos clave para entender mejor al protagonista de esta historia clásica.
Así, Antonio Mingote ha vuelto a sorprendernos, en ésta su última obra, con su increíble capacidad para narrar, ya sea con el dibujo o con la palabra; y con su extensa sabiduría y erudición, que le permiten recrear una de las obras cumbrede la literatura, ponerle su sello personal y su sentido del humor, y producir a su vez una obra maestra.
«Cuatro siglos después, llegó Antonio Mingote e ilustró el Quijote de Miguel de Cervantes, que pasó a llamarse “El Quijote de Antonio Mingote”. Y lo mismo le sucedió a William Shakespeare. Mingote reescribió su Hamlet y ya será para todos “El Hamlet de Mingote”. Que se fastidien.» ALFONSO USSÍA