¿Por qué, cuándo y dónde surgieron las primeras civilizaciones? ¿Cómo se convirtió el Islam en una fuerza unificadora allí donde nació? ¿Qué es lo que permitió a Occidente llevar sus mercancías, y su poder, a todo el mundo desde el siglo XV? ¿Por qué se inventó la agricultura siete veces y la máquina de vapor tan sólo una? A preguntas como éstas, y a otras muchas, responden aquí dos reconocidos historiadores, padre e hijo, que se han propuesto escribir una historia totalmente renovada de las sociedades humanas.
Han recurrido a una aproximación original e ingeniosa: explorar las redes que, desde la noche de los tiempos, han ido tejiendo los seres humanos para la interacción y el intercambio, para la cooperación y la competición. Grandes o pequeñas, densas o tenues, estas redes han proporcionado el medio para que dentro de las distintas culturas, sociedades y naciones, y a través de ellas, circularan las ideas, las mercancías, el poder y el dinero. Desde las tenues redes locales que, hace doce mil años, caracterizaron las comunidades agrícolas, pasando por las redes metropolitanas más tupidas que conocieron Sumer, Atenas o Tombuctú, hasta la red electrificada global que hoy sitúa virtualmente al mundo entero en una corriente de cooperación y competición, los profesores McNeill nos enseñan que las redes humanas son un componente fundamental de la historia del mundo, y una formidable herramienta de análisis.
Alejados de cualquier determinismo, medioambiental o cultural, los autores nos ofrecen en Las redes humanas un espléndido panorama de las grandes pautas de la historia universal que ha merecido el siguiente comentario del profesor Alfred W. Crosby: %13Si tuvieran ustedes que leer un solo libro sobre la historia del mundo, éste es el que deben escoger%13.